Una mesera en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Como soy buen observador, y de los detalles bizarros más, me percaté del rayado taleguero que tenía la buena (bastante buena) de Maribel. A pesar de esas uñas de osa hormiguera que suelen tener las chicas que "sirven". Maribel, sin mayor problema que subirse la ajustadilla falda disimuladamente p´a que no la cachara el patrón, que se sienta y me muestra la diabla que tiene un poquito más arriba del delantalillo de las propinas. Lo demás es historia,...pasada.
lunes, 3 de agosto de 2009
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